Si es Glamour Mediático, es The Weekly Toast
Hace un tiempo,
en un post lejano, hablé sobre la glamurosa vida del Toastmaster. Por aquel
entonces pudo haber dudas sobre nuestra condición de figuras mediáticas;
nuestra esfera de influencia terminaba poco más allá del Bar de la Torrada y,
aunque teníamos potencial, nos faltaba la chispa, ese empuje inicial hacia el
estrellato.
El miércoles
pasado, todo cambió.
Ruido de máquinas
de escribir, teléfonos, faxes… la actividad era frenética. Las últimas noticias
no paraban de sucederse y los miembros del rotativo The Weekly Toast parecían un enjambre. Las dos directoras del periódico, nuestras presidentas Marion Chevalier y Judit
Permanyer, se afanaban en saludar a la prensa –el periódico ARA.cat nos
honró con su presencia- y a los invitados llegados para experimentar un día en
nuestra redacción. Había tinta, había fotos… nuestro destino aguardaba.
En seguida
intervino el redactor en jefe Rubén
Martínez-Fanals, que describió a la perfección nuestra misión y motivo de
existencia como medio. Nos habló sobre las distintas secciones que lo conforman
e introdujo a los correctores técnicos, encargados de que nos ajustemos al
espacio disponible –Nacho Téllez-,
usemos frases con contenido y sentido, sin muletillas –Isabel Valdivieso- y deleitemos a nuestros lectores con un lenguaje
correcto y un fondo veraz –Teresa
Rubinat. “Veracidad”: el motto
del Weekly Toast.
Luis Alberto López propuso en las primeras páginas un trabajo de
investigación acerca de los dibujos animados y su relación con la educación y
los valores. Luis Alberto rememoró con una gran habilidad tanto series
recientes como Bob Esponja o Dora Exploradora como los campos de fútbol de
proporciones imposibles de Campeones. Su artículo llegó al clímax filosófico cuando
se preguntó si algún día el Coyote atraparía al Correcaminos. ¿Qué opináis?
Uno de nuestros
columnistas culminó el pasado miércoles una trayectoria destacadísima en la
redacción y lo celebró con su décimo discurso. Christian Clottu nos contó cómo sus inicios en esto del periodismo
fueron algo accidentados, pero en cierto momento encontró un mentor que dio la
vuelta a sus ideas: en vez de hacer... ¿por qué no empezar por el objetivo y nos centramos en el ser? Cuando seamos, haremos. Christian es, y por eso hace, Competent Communication. Lo lleva en la
sangre: sus iniciales coinciden con las del título alcanzado. Enhorabuena, CC2!
Escribimos y nos
leen. Tenemos una idea de cómo escribimos, pero nuestros lectores a menudo
tienen otra, bastante distinta, sobre nuestros artículos. Marion Chevalier reflexionó acerca de la importancia de tener en
cuenta no solo nuestra propia opinión sino la de los demás a la hora de
liderar. Para ella, este cambio de paradigma ha supuesto buscar su propio
estilo, cosa que expuso de manera valiente y con su claridad, fuerza y
brillantez habituales. “Conócete a ti mismo”, dijo Sócrates, quien no es
miembro del Weekly Toast por una
cuestión meramente cronológica.
En nuestras
tiradas tenemos por norma el control de calidad: nos ayuda a seguir mejorando
los ejemplares y permite a experimentados compañeros como Oscar González, Javier
Macías o Joan Fabregat dar
indicaciones de los puntos fuertes y los puntos a mejorar en cada discurso. Una
vez más, dieron ejemplo de cómo hay que hacer esta tarea.
Nuestra sección
de pasatiempos es un tanto peculiar: en vez de sudokus, ajedrez o crucigramas,
optamos por la diversión improvisada. Nos fuimos de rebajas con Judit Permanyer, quien entregó unas
prendas a los voluntarios –algunos más voluntarios que otros- para que
convencieran a sus parejas o amigos de que se las compraran. ¡Sin duda una gran
habilidad que dominar! Blanca Ozcariz,
Rayanne Bachammar y Asun Cabezas nos convencieron a todos;
diría que vi a varios integrantes de la redacción sacar las tarjetas de
crédito, pero no encontraron la Caja y finalmente desistieron. Creo.
La sesión llegó a
su final con las evaluaciones del equipo técnico y la siempre sólida evaluación
de la redactora general Ana Villar,
que nos dio muy buenas pautas para seguir mejorando la redacción; el objetivo
es que nuestro ‘entorno de trabajo’ sea lo más efectivo y agradable posible.
Y entonces,
estalló. Los periodistas huéspedes se agolpaban en las cabinas de teletipos y mandaban
urgentemente a sus redacciones la señal de que pararan todas las prensas. La
noticia ya era; Toastmasters
mostraba al mundo el glamour mediático
de un grupo positivo, fuerte, divertido
y veraz, donde todos los que lo redactan siguen buscando, cada semana, su
forma y estilo personales, enriqueciendo con la suma cada uno de nuestros
ejemplares.
Isaac Riera (Edición Digital)
Isaac Riera (Edición Digital)
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