¡EUFORIA!
Miércoles, 21 de enero de 2015
Antes de seguir leyendo, ponte en pie, alza las manos hacia el cielo, estirando bien los brazos, y agítalas durante al menos diez segundos. ¿Qué has sentido? ¿Euforia, quizás? Pues justamente esa fue la palabra de la noche, “EUFORIA” (eufórico, eufórica), y así nos la presentó Laia Arcones, la Toastmaster de la noche, después de que Catalina Maldonado, Presidenta, y Paul Conde, Macero, dieran por comenzada la sesión del día de hoy, puntualmente, como viene siendo costumbre.
Mientras, en la mesa, Teresa Rubinat, Cristina Díez y Jordi Gràcia ultimaban los preparativos para medir el tiempo, controlar el uso de la gramática y el léxico, y contar las muletillas de la noche, respectivamente. A destacar, el consejo de Jordi quien nos recomendó sustituir las incómodas muletillas por unos silencios que refuercen el discurso.
Y una vez iniciada la sesión y presentados los invitados, Gustavo Loewe hizo lo propio consigo mismo en el primero de sus discursos en Toastmasters Barcelona, Su Rompehielos, titulado “Mi mejor negocio”, en el que se esforzó notablemente para liberar su persona de las etiquetas típicas que generalmente asignamos a los argentinos. Desde aquí un ánimo muy fuerte para que, a pesar de ser argentino, dejemos de verlo como un ligón empedernido y pensemos que detrás de esa sombra hay una persona con grandes valores.
A continuación, Hugo Pérez nos deleitó con el tema “Simulación a gran escala en tiempo real y visualización in situ”, el segundo de sus discursos en Toastmasters, con en el que debía mostrarnos su habilidad a la hora de organizar el discurso. Además de mostrarnos sus habilidades oratorias, Hugo nos enseñó que las grandes supercomputadoras permiten realizar cálculos muy complejos que ayudan no solo a mejorar la vida de las personas en los más diversos ámbitos y actividades, sino incluso a salvarlas, como en el caso de la prevención de catástrofes. Quién sabe si algún día los superordenadores también formarán parte de Toastmasters y nos amenizarán con sus discursos.
Luego fue el turno de Lukasz Zagroba quien, en su octavo discurso, “La ciencia de la belleza”, nos mostró visualmente algunas ideas. ¿Sabías que si tienes una personalidad atractiva tienes más posibilidades de conseguir un puesto de trabajo, obtener un mejor salario o hasta ganar unas elecciones? Y si no lo eres… no te preocupes, en Toastmasters siempre aplaudiremos tu discurso como si fueras el más atractivo del club.
Y tras las tres ponencias, el momento de la evaluación. En esta ocasión fueron Ramón Matabosch, Marcel Olivé y Madalina Burghelea quienes evaluaron a Gustavo, Hugo y Lukasz, respectivamente. En general, los discursos gustaron y si hubo errores graves, los evaluadores fueron vehementes con ellos.
Y por fin la hora de los discursos improvisados, que en esta ocasión se convirtieron en una trampa casi mortal para nuestros invitados Gerard, Andrea, Jarek y Sebastián. Paul Conde, el presentador de la sección, pensó qué mejor voluntario que el que sale obligado y qué mejor bautismo de fuego para el discurso que salir a dar uno en tu primera visita a Toastmaters. Lo que quizás no tuvo en cuenta fue que, tras semejante experiencia, los invitados quizás no regresen jamás, así que confiemos en que se recuperen pronto y regresen con ganas renovadas… aunque la recuperación les lleve meses.
Y mientras la sesión avanzaba, allí estaba Jelena Vetockina, agazapada al final de la sala, tomando notas acerca de lo que acontecía. Llegado su turno, salió a la tribuna, dio paso a los informes de la mesa. Todos los discursos estuvieron dentro del tiempo previsto, con un uso de la gramática más que aceptable, aunque con un reducido uso de la palabra de la noche (euforia), y muy pocas muletillas, así, que, enhorabuena a los ponentes y confiemos que en futuras ocasiones se haga un uso más exhaustivo de la palabra de la noche.
Tras la lectura de la mesa sobre el transcurso de la reunión, los comentarios de Jelena, quien destacó el trabajo de Laia como Toastmaster de la noche, especialmente por la transmisión de su energía positiva al público, agradeció a cada participante su contribución, y nos recordó la importancia de recoger en la entrada la tarjeta con nuestro nombre y dejar unos bolígrafos para aquellos que no lleven uno consigo. ¡Tengamos en cuenta estos últimos comentarios de cara sesiones futuras!
Y antes de acabar, Catalina regresó al estrado y entregó la cinta de reconocimiento del primer discurso a Gustavo para, a continuación, dar por finalizada la sesión, no sin antes recordarnos que “no somos responsables de la cara que tenemos, pero sí de la que ponemos”. Así, que ya sabes, atractivo o no, cuando mañana comiences el día, hazlo con buena cara.
Hasta la próxima sesión.