¡Una de villanos en Toastmaster!

En la sesión del pasado miércoles 25 de febrero el toastmaster del día, Paul Conde, aprovechó el contexto de la reciente celebración de los Premios Oscar de Hollywood para invitarnos a desvelar nuestro personaje malo de cine favorito. Vimos que hay quien los prefiere manipuladores, mientras otros los prefieren excéntricos o sarcásticos, hubo para todos los gustos, paseamos desde Jr. Ewing de la mítica serie “Dallas” hasta Randle McMurphy protagonista de “Alguien voló sobre el nido del cuco”, pasando por el Dr. House o Fu Man Chu.

Tuvimos dos discursos, el primero de ellos fue “Upsell Yourself” de Gustavo Loewe, quien nos invitó a desafiar un “NO” en la empresa estudiando una estrategia para plantear propuestas a nuestros superiores. Fue un discurso muy práctico y estimulante que nos cuestionaba acerca de nuestra manera de abordar estas situaciones. La evaluadora alavó la calidad del discurso y le sugirió como mejoras poner menos información en las diapositivas e utilizar más ejemplos personales.

En segundo lugar, Julia Ripoll nos relató en su discurso “How to get away with murder” la historia de un homicidio en la que quedaban patentes los claro-oscuros que se dan en la justicia cuando el factor salud mental está por medio. Gracias a esté fantástico discurso tenemos más recursos para deshacernos de alguien que nos moleste…. Y Julia se llevó el diploma por su tercer discurso, con lo que ya puede asumir la responsabilidad de mentoría.

La sección de discursos improvisados corrió a cargo de Laia Arcones, quien también le puso un fondo cinéfilo a sus propuestas, nos presentó varias situaciones en las que los malos de las películas se redimían para empezar una nueva vida, entre ellos estaban la famosa Cruella De Vil o Maléfica.

El evaluador general, Joan Fabregat, nos instó a tomar conciencia del sentido que tienen el “clapping” y el “handshaking” y a darle el protocolo que se merece.  

En general, la sesión tuvo dos buenos discursos de temáticas y estilos muy diferentes y nos reímos bastante con los discursos improvisados y recordando buenos momentos de cine.

By Olga Pucurull