Nunca hay una segunda oportunidad para causar una primera impresión
En ToastMaster Barcelona cada sesión es diferente,
pero NADA que ver con la sesión que tuvo lugar el pasado 27 de Enero. Comenzando,
no con uno, sino con DOS presentadores de excepción, como fueron Laia y Ramón;
y un inusual cuerpo técnico
formado solamente por Paul, como guardián del tiempo. La temática, Ahora
o Nunca estuvo muy bien definida con una cita de Oscar Wilde:
Nunca hay una segunda
oportunidad para causar una primera impresión.
Y con esta cita comenzó la sesión, donde
tres voluntarios seleccionados minuciosamente
al azar: Felipe, Rayane y Catalina, se enfrentaban al intrépido reto de improvisar un discurso
de 4-5 minutos teniendo solamente 30 minutos para su elaboración. Mientras tanto,
Laia y Ramón presentaron un juego al que he denominado ‘Domingo improvisado’, no tiene nada que ver con las palabras en sí.
Sino más bien con la fusión de esas dos grandes aficiones entre nuestros
queridos mayores, como son el Dominó y el Bingo; unido con discursos
improvisados de 1-2 minutos.
Los anfitriones de ceremonia iban sacando
números que correspondían a cada uno de los presentes del anfiteatro, los
cuales, tenían la osadía de presentar a su predecesor, aunque fuera la primera
vez que lo viese, y además, con el valor añadido de introducir ciertas palabras
seleccionadas en el discurso. Nadie se escapó de participar, ni siquiera el
apuntador, aquí presente.
¿Realmente conocemos a
quien se sienta a nuestro lado?
Bea dice que Cristina es una
persona peligrosa cuando habla. Edu, informático capaz de albergar y diseñarte tu página web. Jelena tiene un pasado oculto sin
confirmar, ¿fue la princesa Leia de Star-Wars?.
Marc Mayoral conoce el secreto de no
ponerse histérico en el escenario, porque
es tumbuctú. ¡Chicas!, Carlos es sexy y da sermones de misionero. Isabel hace pericias en el
aeropuerto o lo que haga falta para poder dar su charla políglota. Sean, agente
de la CIA delictivo en busca de
nuevas expectativas. Paul de hombre máquina a payaso en un
minuto. Benjamín, el stripper despistado
capaz de animar un funeral. María la samaritana, igual te pinta las uñas como te hace de
interprete en el ginecólogo. Montserrat astronauta y amante de los animales, tiene un pulpo como animal de compañía, efectos de la falta de oxigeno. Émili la manos-tijeras del siglo XXI, especialista
en cortes de cabello con cortacésped. Finalmente Bea, diseñadora de moda y mujer, capaz
de confeccionarte un vestido con unas
tijeras dando conferencias en la playa.
Llegó la hora de las valientes
improvisaciones, presentadas como no podía ser en este día al azar, al igual que las evaluaciones.
Enrique presentó a Felipe en
el primer discurso improvisado: Icebreaker. Creo que todos coincidimos
con la evaluación de Judit, cuando
afirmó que esta segundo Icebreaker fue más personal. Felipe nos teletransportó
a sus orígenes, donde a la vez que nos sorprendió, nos hizo reflexionar de la
importancia que tienen en la vida las causas, más que los propios hechos. Y cómo
una persona puede cambiar su rumbo (con la cara calentita) cuando se le da una
oportunidad. Resumiría el discurso en una frase del filósofo Ortega y Gasset: YO soy YO y mis circunstancias.
Miguel le puso la alfombra roja a Rayane
para que ella y solo ella, nos convenciera de renunciar a nuestras
vacaciones. No era tarea
fácil, pero nos animó a participar en un experimento de dos años, aportándonos
una nueva visión del trabajo engranada con un estilo de vida sana y saludable.
En los tiempos que corren suena extraño, ¿verdad?. Pero, ¿qué pensarías si tu
trabajo fuera una prolongación de tu vida?, y NO un tiempo meramente dedicado a
obtener dinero. Imagínate que tu empresa te ofreciera mejores condiciones de
trabajo, un aumento de sueldo del 50%,
una orientación laboral a través de coaching
personal, una dieta saludable basada en comida
ecológica y un autoconocimiento personal a través del yoga. ¿Renunciarías a tus vacaciones? Después de semejantes
propuestas, Juan su evaluador pensó,
¿dónde hay que firmar?.
Carlos tuvo el honor de presentar a Catalina
en el tercer discurso improvisado, donde dio su discurso de graduación
universitario. Catalina nos
trasmitió la fuerza y energía en su discurso, alzando la voz e incluso hasta el
puño mientras nos preguntaba ¿qué haríamos si fuera el último día de nuestras
vidas?, ¿os preocuparíais por bobadas?. La vida es un folio en blanco y sólo
nosotros tenemos la pluma que escribe nuestra historia, así que escriban y no
se cansen de escribir. Finalmente, nos deleito con su cita favorita: “No podemos ajustar la dirección del viento,
pero siempre podemos ajustar la dirección de nuestra vela”.
La sesión concluyó con la entrega de los
diplomas de la Real Academia del Buen Arte Ramonet a los tres atrevidos
improvisadores, además de la secreta prueba del estrés, cuya única cura
conocida es la cerveza después de TM.
Era Ahora o Nunca cuando tenía que
empezar a cumplir con las expectativas y hacer el payaso en este
teatro de TM, que alberga a delincuentes peligrosamente sexys,
que se ponen histéricos cuando hacen pericias para pintarse
las uñas y el cabello en el ginecólogo, mientras ven por la
tele al despistado pulpo astronauta poliglota de Star-Wars, pasando una máquina cortacésped en la playa
por el funeral de su amigo Calamardo.
Juan Rubio
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