Sesión 14 noviembre 2018

Sesión Toastmater. Miércoles 14 de Noviembre de 2018. Sesión No. 466.

Sargento de Armas: Martin Kravchenko.

Toastmaster: Jaume Albiol

Equipo Técnico:

Ah Counter:

Grammarian: Yanina Macia. Palabra del día: “Afable”

Time Keeper: Martin Kravchenko

Soledad Castellano. Table Topics.

Enrique Álvarez. Evaluador general.

Nuestra presidenta Isabel da la bienvenida y abre el toastmaster de hoy hablando sobre la gente toxica y que seguramente conocemos o hemos estado cerca de personas negativas, pesimistas y que critican todo lo que se le cruce, pero los miércoles se vive todo lo contrario, porque  toastmasters es ese subidón de energía que se necesita cada semana y nos encontramos rodeados de buena vibra y mucha armonía.

Jaume Albiol, ha manejado magistralmente la noche y le ha preguntado a cada uno de lo que tienen participación, si alguna vez se han hecho un tatuaje, se lo haría o que piensan acerca de ellos. Cada uno dio su opinión y respuestas muy honestas al respecto.

Primer Discurso: Adaliz Sayago. No andes brujas

Es el segundo discurso de Adaliz, y nos ha explicado que si quieres aprender a superar las crisis económicas que te aparecen en la vida hay que salir de brujas. Cuenta sus anécdotas y hazañas a lo largo de su vida y como ha superado cada crisis convirtiéndose en una oportunidad para alcanzar sus sueños y vencer el miedo. Nos habla de emprendimiento y de reinventarse porque que siempre se puede seguir adelante.

                                               

Segundo Discurso. José J. Güell. Ten peor coche que tu vecino

Nos habla un poco del significado de la libertad financiera y nos explica sencillos pero eficaces consejos para empezar a cambiar nuestra forma manejar el dinero. Introduciendo conceptos como pre-ahorro, no endeudándonos innecesariamente y concluyendo que se trata de gestionar tus ingresos actuales para poder mirar al futuro y alcanzar la libertad que todos buscamos.

Tercer Discurso. David Castel.  100 pesetas.

Un discurso conmovedor y muy motivador. David nos cuenta una historia personal de como la confianza generada por su abuelo, hacia él, hizo que creyera en el mismo y que pudiera ganar su primera competencia de natación. Su anécdota personal nos ha hecho reflexionar, ya que las palabras correctas, en el momento correcto, elevan el espíritu de las personas para ser mejores.